martes, 1 de junio de 2010

¿Qué es todo esto que nos rodea?

Querría hablar también de la importancia de la consciencia en un marco físico. Se entiende que nuestro universo-multiverso (considerando que cada universo paralelo tiene sus leyes físicas propias, pero la matemática para todos es igual) responde siempre a las leyes de la lógica, que es el patrón absoluto. Se asume con cierta veracidad, que cada región dimensional del multiverso no es más que un subconjunto vectorial de todas las matemáticas. Seguro que conoceréis a alguien (si no vosotros mismos) que se haya preguntado alguna vez ¿Por qué existen cosas, por qué podría sencillamente no existir nada, sin espacio, ni tiempo, ni dimensiones, ni energía, ni luz, ni materia... nada, ni siquiera el mismo concepto de existir? Bien pues, lo primero de todo (haciendo referencia al proverbio sobre el arbol que cae y nadie lo escucha), ésta situación es la misma que se daría si no hubiese ninguna consciencia activa y percibiendo que 'algo' de hecho existe (es decir, que estuviesemos todos muertos, no solo los humanos). Lo segundo, que ésta situación es altamente improbable, puesto que (aun no sabemos por qué) el todo responde a las matemáticas, la probabilidad de que un subconjunto aleatorio de parámetros escalares y vectoriales dé en todos el valor 0 (que es un valor entre los infinitos números), es infinitesimalmente probable. Tal es la cosa, que nuestro universo, es una serie aleatoria de parámetros, entre la representación de todos los parametros y situaciones matemáticas infinitas posibles que conforma el TODO cosmológico que responde ante una lógica. Si no respondiese a una lógica, no podría existir, pues el hecho de existir es un hecho lógico (en el sentido formal de la palabra).

A lo que quería llegar, es a que el TODO es información. Es una enorme base de datos infinita. Pero para que exista una lógica que determine donde como y cuando se manifiestan las cosas, es necesaria una consciencia inicial, o un Dios (no en el sentido cultural de la palabra, sino como una primera consciencia de todo). Para justificar esta idea, me remitiré a la idea de superposición cuántica. Se sabe que los objetos cuánticos pueden (y suelen tener) más de un estado a la vez (estar en más de un lugar, de un tiempo, de un estado energético...). Sin embargo, como se observa en la paradoja del gato de Schröedliger (http://www.youtube.com/watch?v=JC9A_E5kg7Y), los objetos macroscópicos no pueden mostrar más de un estado a la vez, pues filtran constantemente abundante información de su estado a los alrededores (información? a quién informan? quién tiene que ver lo que ocurre?), y en función de las causas determinantes, se define en un estado u otro. Al hablar de filtrarse información, estamos asumiendo siempre un observador, pero, y ¿antes de que comenzase la vida? durante la formación del sistema Solar, los estados de loas cosas estaban indeterminados por que nadie los veía? ¿O siempre hay un ojo observador, desde los comienzos del universo que todo lo ve? Bueno, realmente esta idea sobre un posible Dios es ciertamente interesante. Pero lo más curioso de todo en esta todopoderosa figura (en caso de que ésta hipótesis que planteo esté acertada), es que este Dios es incapaz de ver los electrones, pues no están definidos. Es decir, Dios es miope.

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